Cuando Hascalana tenía 11 años, empezó a interesarle el mundo de los sonidos.
Ella utilizaba en esos momentos su grabadora de voz, con la cual grababa canciones que le gustaban de la radio, programas televisivos y algunos sonidos que intentaba sacar del órgano eléctronico, aunque todavía no tenía nada de base.
Un año después, aproximadamente once días después de su cumpleaños décimo tercero, comenzó a tocar guitarra y a componer varias canciones de guitarra y voz que nadie las ha escuchado.
En el verano del 2005, ella tomó clases de piano y de lectura musical en el conservatorio, empero solo aprendió lo más elemental de los dos cursos. Durante todo el 2005 se dedicó a tocar la guitarra pero sobre todo a componer cancioncitas instrumentales en órgano, que en el verano del 2006, cuando nuevamente vuelva a estar en el conservatorio, las grabaría en su cassette número 29.
En el 2006, empezó a tocar flauta dulce y aprendió a tocar canciones como El himno a la alegría, Cielito lindo y Feliz cumpleaños. Sin embargo, solo recuerda la primera mencionada hasta el día de hoy, que a veces la toca en su querida melódica.
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