Americanadas

Hascalana Quilefán nunca ha sido fanática de ver series norteamericanas, ya que el humor gringo, por ser tan distinto al peruano, puede parecer un poco estúpido y lelo.
Sinceramente, a ella le aburren por completo las series como Friends y Two and a half men, sobre todo.
Pero lo que le parece más fatuo es la existencia de esos programuchos que consisten en citas amorosas con el fin de conseguir pareja. Resulta totalmente tonto ver este tipo de programación, ya que es obvio que todos los concursantes han sido contratados. Todo es armado.
Hascalana repudia a la gente que solo ve este tipo de programas, pues con ello se demuestra una alienación extrema.
Además, muchas personas inseguras de su identidad nacional adoptan palabritas o expresiones que son propias de los gringos.
Es triste ver gente que trata de ser bacán, solo por ser un títere más de la programación norteamericana.

Paramore hasta en la sopa

Hascalana Quilefán está sorprendidísima de la descomunal cantidad de personas que escuchan Paramore. Es increíble la gran acogida que ha tenido este grupo en tan poco de tiempo.
Hascalana aún no comprende por qué esta banda tiene gran aceptación entre los jóvenes, ya que sus canciones son muy parecidas a las que suenan en Planeta 107.7.
Ella considera que es una banda pop del momento, con un éxito exagerado. Es posible que su música quede en el olvido en un par de años, ya que los chibolos irreflexivos de ahora suelen enviciarse con un grupito por un tiempo breve.
Hascalana está cansada de escuchar que todo el mundo hable de esta banda. ¿Acaso no existen otros grupos poperos?
Ella no es fan ni enemiga de Paramore. No pretende banalizar su música. Solo considera que sus canciones poseen la misma receta de varios grupos que causan sensación en los adolescentes.
Hascalana cree que la estrategia de marketing que utiliza Paramore da buenos resultados en un público que solo se satisface con escuchar hits.

Navidades Trágicas

Hascalana Quilefán acaba de terminar de leer la novela policiaca Navidades Trágicas, escrita por Agatha Christie. Ella considera que es el mejor libro que ha leído hasta el momento, pues la tensión y la incertidumbre por saber quién es el asesino perduran durante casi toda la historia. Asimismo, la brevedad de los diálogos agilizan la lectura y la curiosidad del lector.
Agatha Christie logró atinar con esta trama, pues casi todos los personajes son posibles culpables de asesinato y hay muchas versiones acerca de cómo fue que sucedió la masacre.
Hascalana ha decidido leer unas cuantas novelas más de esta escritora, ya que le ha gustado su estilo narrativo y detectivesco.

La vida no es muy seria en sus cosas - Juan Rulfo

Hascalana Quilefán acaba de leer el pequeño texto titulado La vida no es muy seria en sus cosas. En él, Juan Rulfo nos presenta el caso de una mujer embarazada de ocho meses. Esta sufre, ya que tiene miedo de que su hijo muera al igual que el mayor y su esposo.  Todos se llaman Crispín.
En este cuento se describen las sensaciones del pequeño niño que se encuentra dentro del vientre. Su madre sufre por la impotencia de no defender a su hijo, pues él está en medio de la oscuridad, sin poder ver la luz aún.

Doblaje

Hace tres días, Hascalana Quilefán leyó el cuento "Doblaje" de Julio Ramón Ribeyro. Este pequeño relato fue de su agrado, pues a ella siempre le ha inquietado la idea de tener una especie de gemelo en otro hemisferio de la tierra, con una cultura completamente distinta.
Ribeyro, por medio del protagonista de este cuento, trata de transmitir la idea de tener un doble, ya que algunos rasgos faciales se pueden repetir, a pesar de la diversidad de culturas.
El protagonista, obsesionado por encontrar a su doble, decide viajar a otra ciudad para empezar su búsqueda. Luego se da cuenta de que aquella idea es absurda, pues sería ilógico detener a cada transeúnte para comprobar alguna semejanza en la apariencia.
Un día, él decide seguir a un tipo que tiene su misma forma de caminar.
Hascalana cree que Ribeyro tiene razón al decir de que tenemos un doble en el mundo, ya que hay razas que se asemejan.

El banquete

Hace dos días, Hascalana Quilefán terminó de leer el cuento El banquete, escrito por Julio Ramón Ribeyro.
En este pequeño relato, Don Fernando Pasamano, el protagonista del cuento, se encarga de renovar todo lo que tenía en casa. Incluso manda a construir un jardín. Luego se preocupa por el banquete. Él realiza una encuesta a los mejores restaurantes y hoteles y envía a traer todo del extranjero.
Por otro lado, Don Fernando le había preguntado al presidente si es que asistiría. Este le dice que le enviaría una respuesta. Don Fernando espera con inquietud. El presidente dice que si irá.
El día ansiado llega y los asistente llegan lentamente. 
Instantes después, el presidente le ofrece la Embajada de Roma.
Don Fernando y su esposa quedan contentos con el ofrecimiento del presidente.
Sin embargo, al día siguiente, la esposa despierta a Fernando, mostrándole el periódico en el que decía que el ministro había dado un golpe de estado y que el presidente había sido obligado a dimitir.

La insignia

El día de ayer, Hascalana Quilefán leyó el cuento La insignia de Julio Ramón RIbeyro. En este relato suceden hechos extraños. Al principio, el protagonista encuentra en un basural un objeto brillante. Se trataba de una insignia de plata con signos incomprensibles. Después, cuando él asistió a una librería, el patrón se le acercó y le dijo: "Aquí tenemos libros de Feifer". Luego este mismo le dice: "Feifer estuvo en PIlsen" "Debe saber que lo mataron". El protagonista reflexionó sobre el incidente, pero no logró comprenderlo. Un día que él se encontraba caminando por la plaza de los suburbios, se le acercó un hombre entregándole una tarjeta que decía: SEGUNDA SESIÓN: MARTES 4. Él asistió a la conferencia donde merodeaban insignias iguales a la suya. Desde ese momento, él fue cumpliendo una serie de encargos extraños. Poco a poco él fue ganando consideración, fue enviado al extranjero y por sus propios méritos fue designado presidente.

¡Cuidado! Irresponsables trabajando

Hascalana Quilefán, desde su guarida limeña, se ha dado cuenta de que el mundo cada vez está peor. Por medio de la internet, ella ha observado que la gente se está volviendo lela por culpa de las redes sociales y del messenger.
Muchas personas, actualmente, solo se preocupan de escribir un conjunto de sinsentidos en el Twitter y en el muro del Facebook. Aún ella no comprende cuál es el significado que buscan los jóvenes con todo esto.
Lo más fatuo que ella ha podido analizar es que un gran grupo humanitario suele escribir, casi siempre, frases estúpidas referidas al amor. Pareciera que la gente solo ha nacido para hablar de eso. Todo este conjunto de situaciones adversas al desarrollo intelectual del ser humano conlleva a una catástrofe mundial.
Si esta situación continua, ¿adónde vamos a parar?

Los gallinazos sin plumas

Hace un par de horas, Hascalana Quilefán terminó de leer Los gallinazos sin plumas. A ella le gustó este breve relato, ya que comienza con una descripción meticulosa de la ciudad. Ella siente cierta pena por el estilo de vida de Enrique, Efraín y el abuelo, pues ellos vivían en la pobreza y tenían que recurrir al muladar para darle de comer a Pascual, el cerdo.
El abuelo era un hombre explotador, sin sentimientos, que ni siquiera se apenaba cuando sus nietos sufrían. Sólo le importaba que ellos trajeran comida para Pascual.
Finalmente, Enrique carga a Efraín, ya que este se encontraba herido, y de esta manera los dos logran escapar del maltrato.

Nos han dado la tierra

El cuento Nos han dado la tierra, escrito por Juan Rulfo, nos muestra la injusticia que sufren los campesinos, ya que el gobierno les da una tierra que es muy difícil de sembrar. Sin embargo, ellos esperan que haya sido una equivocación, pero no fue así. Al final del relato, una tierra llena de vida se encuentra debajo de ellos, pero les corresponde la que está arriba.

Macario

Hace un par de horas, Hascalana Quilefán terminó de leer el cuento Macario, de Juan Rulfo. Este relato,escrito en primera persona, muestra que el protagonsita, Macario, tiene una vida simple y campestre. Al inicio, este aparece sentado en la alcantarilla,aguardando a que salgan las ranas, cuyos griteríos fastidian a su madrina. Macario las espera para darles de tablazos, una vez que empiecen a hacer ruido.
Él tiene la costumbre de golpear su cabeza contra el suelo. Le gusta hacerlo. Sin embargo, su madrina le dice que si sigue haciéndolo se irá al infierno y no podrá ver a sus padres que, seguramente, están en el cielo.
Por otro lado, Macario muestra cierta dependencia, pues él sale a la calle solamente con su madrina. Esta lo lleva a la iglesia y le amarra las manos, porque dice que dizque luego hace locuras.
Él se siente muy a gusto con Felipa, pues le encanta tomar su leche que, según su apreciación, se parece a las flores del obelisco.
El cuento culmina cuando Macario se encuentra sentado, esperando a que salgan las ranas. Él aguarda un buen rato, pero no sale ninguna. No obstante, este decide seguir en la espera, ya que si no lo hace, él cree que se irá derechito al infierno, sin pasar por el Purgatorio y sin la posibilidad de ver a sus padres. Mejor, seguirá platicando.

La ciudad y los perros

Hascalana Quilefán llegó a conectarse con la historia de La ciudad y los perros. La vida militar y las características personales de los personajes son puntos bien tratados en la novela, logrando así que el lector no pierda la ilación del relato. El robo del examen de Química y la expulsión de Cava son los hechos principales que obtienen interés. Hascalana considera que la novela toma velocidad, cuando acontece la muerte de Ricardo Arana. Asimismo, al llegar a la segunda parte del libro, aún queda la sensación de saber lo que sucederá con los amoríos de Alberto y el Jaguar.
Los últimos capítulos poseen algo de emoción e incertidumbre, pues queda la inquietud de saber quién mató al Esclavo.

Wikipedia ♥

Wikipedia es la página web que salva a todos los estudiantes laxos, a los chamuyeritos que anhelan ser cultos y a los maestros facilistas.
Actualmente,gracias a la informática, es muy fácil dar la impresión de ser un sabiondo del conocimiento, pues una gran cantidad de páginas de la internet proporciona información concreta, que es suficiente para florear.
Hascalana Quilefán considera que la existencia de Wikipedia, sobre todo, es importante, pero no suficiente para ahondar en un tema académico. Las paginitas con información resumida son perfectas para la gente que nunca llegará a ser bibliófila.

El Príncipe Feliz

Hace un minuto, Hascalana Quilefán terminó de leer el cuento El Príncipe Feliz. A ella le gustó mucho este pequeño relato, pues la golondrina y el príncipe lograron tocar el corazón de Hascalana.
Estos dos seres inanimados ejecutan una serie de buenas obras que, a pesar de no haber sido apreciadas por toda la ciudad, son valoradas por Dios, al final de la historia.
Para Hascalana, la bondad del príncipe es increíble, pues es capaz de quedarse ciego con tal de ayudar a uno de los habitantes de la ciudad. Asimismo, la golondrina cumple un rol definitivo en la obra, pues es ella quien concede los nobles deseos del príncipe.
Hascalana cree que la parte más conmovedora es cuando la avecilla besa los labios del príncipe y el corazón de este se rompe.
En pocas palabras, la niña Quilefán podría decir que este cuento ha sido de su agrado, a pesar de encontrar varias similitudes con otros cuentos de Oscar Wilde.

El chisme del barrio

A lo largo de su corta vida, Hascalana Quilefán ha tenido la nefasta oportunidad de lidiar con seres maliciosos y carentes de profundidad, que solo se encargan de propagar los nuevos acontecimientos del barrio. Ella cree que el hecho de hablar en demasía acerca de la vida ajena es símbolo de ignorancia y falta de cultura. Asimismo, Hascalana cree que dialogar o, mejor dicho, rajar de los demás es un acto que denigra la esencia humana, ya que existen muchos temas de suma importancia que se deben de discutir. Por ello, todo aquel que solo se encargue de conversar con énfasis acerca del actuar ajeno estará demostrando una carencia de alma y arte vital.

La caída de la casa Usher

Hace unos minutos, Hascalana Quilefán terminó de leer el cuento La caída de la casa Usher. Ella logró introducirse en la pequeña historia, pues la descripción de los espacios y sentimientos confluyen de manera persuasiva en el ánimo del lector.
Hascalana considera que este relato posee una recargada cantidad de adjetivos que, en algunos instantes, suelen entorpecer la velocidad de la lectura. Sin embargo, esta historia atrapa al lector desde el primer instante.

En la oscuridad - Antón Chéjov

Hace unos minutos, Hascalana Quilefán terminó de leer el cuento En la oscuridad, escrito por Antón Chéjov. Al leer la primera línea de este relato, ella sintió muchas ganas de seguir leyendo, pues el inicio de la historia compromete al lector.
A Hascalana le gustó este relato corto, ya que, algunas veces, ella se encuentra en la misma situación que María Michailovna: la protagonista.
Ella se asusta mucho en una noche oscura, pues logra ver una sombra humana desde su ventana. Esta se aproxima hacia su casa y luego se instala en el comedor.
Varias ocasiones, Hascalana tiene alucinaciones visuales y auditivas en la madrugada; por ello, logró conectar con este cuento.

Un lugar limpio y bien iluminado - Ernest Hemingway

Hace dos minutos, Hascalana Quilefán terminó de leer el cuento Un lugar limpio y bien iluminado. Hemingway, en este relato corto, nos narra el acontecimiento de dos camareros que trabajan en un café. Uno de ellos tenía prisa por regresar a su casa, pero un anciano, que solía embriagarse, seguía ocupando el café. Por ello, debían de esperar a que el viejo terminara de beber, para que no se fuese sin pagar. Luego, el camarero, que tenía ansias por retirarse, despide al anciano, cerrando las puertas metálicas del lugar. El cuento culmina con una breve discusión que tienen los dos camareros, acerca de la estancia noscturna en el café que suelen tener los viejos.
Este pequeño relato fue del agrado de Hascalana, mas no tuvo el final inopinado.

El parlanchín de las comunicaciones

Mucha gente cree que la carrera de comunicaciones se limita a pulir el aspecto televisivo y radial. Mas no se reflexiona acerca de lo que se tiene que hacer para convertirse en un buen orador.

El oficio de la palabra oral es un trabajo arduo que requiere, en primer lugar, un dominio cabal del idioma castellano. Esto se consigue por medio del hábito de la lectura. Solo así podremos cultivar el manejo de la lengua, pues un periodista que no lee constantemente, no es periodista.

Es deprimente escuchar que la gente diga que la carrera de periodismo es para holgazanes y parlanchines. Dicha situación se da porque muchos estudiantes deciden ingresar con el sueño de ser una Jessica Tapia, Fernanda Kanno o Verónica Linares. Pero nadie recalca que la fluidez al momento de hablar se consigue leyendo, leyendo y leyendo. Por ello, Hascalana Quilefán ha decidido emprender el camino de la lectura para no articular muletillas o algún tipo de barbarismo.