En primer lugar, la disminución de vehículos y de gente en las calles le entristece un poco, ya que se presencia menos bulla en la ciudad.
En segundo lugar, tanto en la televisión como en la radio cambia la programación. Las películas baratas y noticieros reemplazan a los programas concurso de temporada, a las series y telenovelas.
Hasta los medios de comunicación se apaciguan un poco, pues ya no hay público en los sets de televisión y la gente ya no llama por teléfono para interactuar con los conductores.
Finalmente, Hascalana nota que las horas de la tarde, en especial, transcurren lentísimo. ¿Será su impresión o es la realidad?
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