Cuando se acercan los días 28 y 29 de julio, cualquier transeúnte limeño puede darse cuenta de que los centros comerciales se encuentran atiborrados de personas de todas las edades.
Esto, sin duda, se debe a la fiebre de las Fiestas Patrias. La gente suele gastar su dinero en un sinnúmero de objetos que le ofrece la sociedad de consumo, ya que casi todos los supermercados, en estos días, ofrecen muchas ofertas.
Por otro lado, si uno va al lugar donde se va a realizar la parada militar, pues podrá observar mucha gente trabajando en poner el estrado en la pista, ordenar las sillas, poner el toldo y , sobre todo, se podrá apreciar que la ruta de los micros y combis variará, ya que la avenida Brasil no podrá permitir el paso de los medios de transporte.
El 28 de julio en la noche, se puede ver que ya se están instalando las cámaras y los aparatos de sonido para una eficiente transmisión de los medios de comunicación.
Asimismo, se aprecia en las cuadras en las que se va a realizar el desfile, que están empezando a llegar los carros de los canales de televisión y los ambulantes que venden comida, banderas y que alquilan asientos.
Sin embargo, lo más conmovedor, es que mucha gente pasa la noche en las sillas para poder disfrutar cómodamente de la fiesta de la patria al día siguiente.
La gente suele estar más contenta por el hecho de que, por estas fechas, suelen ser las vacaciones para los estudiantes pero, sobre todo, porque el Perú está de fiesta.
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