viernes, 7 de enero de 2011

DO RE MI FA SOL LA SI DO


Todo empezó como una aventura. Hascalana Quilefán, desde muy temprana edad, tuvo curiosidad por el mundo de las corcheas y los bemoles.
En el año 1995, su gusto musical se manifestaba cuando cantaba algunos villancicos y canciones infantiles. En aquel momento, ella no sentía ningún tipo de represión para hacerlo, pues era una niña inocente que no tomaba conciencia de que las demás personas la observaban.
Sin embargo, esta espontaneidad tuvo corta duración. Luego, ella decidió introducirse en el lenguaje de los instrumentos musicales.
Algunas veces, ella tocaba una lata que la utilizaba como tambor.
Tiempo después, Hascalanita sintió interés por la guitarra, piano y flauta dulce. Los intentó tocar en varias ocasiones.y logró aprender lo más básico de lectura musical en el Conservatorio Nacional.
Hace dos años, la niña Quilefán encontró una víctima musical desconocida para muchos. Esta se llama melódica.
Es un instrumento pequeño, fácil de tocar y conservar.
Como Hascalana, actualmente, no posee un piano en casa, ella intenta consolarse con la existencia de esta pianica.
A pesar de que su melódica no posee octavas suficientes para ejecutar grandes sonatinas, ella queda satisfecha al escuchar el DO RE MI FA SOL LA SI DO.

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