En el 2007 Hascalana Quilefán se enteró de la existencia de la cantante Björk. Al principio no le gustó mucho el estilo particular de sus melodías, pues era una fusión jamás oída por ella. Sin embargo, con el paso de las semanas, llegó a apreciar aquel género irrepetible de Björk, a tal punto de descargarse de Internet más de 50 canciones. A medida que más la escuchaba, se daba cuenta de que muchos cantantes y bandas la tratan de imitar tanto en apariencia como en música En la actualidad, Hascalana sigue siendo su fan y continúa investigando su discografía.
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