miércoles, 3 de marzo de 2010

Bienvenidos a Tumbes



Cuando Hascalana y Flocorlato llegaron a Tumbes, lo primero que hicieron fue tomar un moto taxi que los llevó a la plaza de armas de aquella ciudad. Instantes después, observaron que en aquel lugar había mucha gente joven conversando. En ese momento eran, aproximadamente, las diez de la noche. Ellos se instalaron en un hotel que estaba casi al frente de la plaza. Dejaron sus mochilas en la habitación y luego salieron para cenar. La zona era medio movida.
Había varios restaurantes pero casi todos se encontraban cerrados por la hora. Ya era las once de la noche. Después de tanto dudar, entraron a u restaurante donde no había otros comensales aparte de ellos, en ese momento. Se demoraron un poco en servir la comida pero cuando al fin llegó, manducaron con breve celeridad. Eran platos generosos. Mientras comían veían de rato en rato el noticiero de América Noticias. Estaban dando un resumen de las noticias del año 2009.
Cuando terminaron de cenar, buscaron alguna tienda para poder comprar algo de beber: una gaseosa, Cifrut, Sporade o , en el peor de los casos, agua mineral.
No encontraron tienda alguna, pero se dieron cuenta de que casi al frente del hotel había una carretilla. Ellos compraron dos Sporades y un Cifrut. Luego entraron al hotel. Apenas llegaron a su habitación, pusieron una silla contra la puerta, por seguridad. Minutos después, Hascalana se puso a ver algunos videitos de Guayaquil que estaban en su cámara digital. Luego vieron televisión, especialmente canales musicales y de rato en rato algo de fútbol, a pedido de Flocorlato. Mientras los chicos estaban en el hotel, afuera había una fiesta que no permitía tener tranquilidad y silencio.
Hora y media después decidieron dormir pero la televisión seguía prendida. Nadie la estaba viendo, sólo la dejaron encendida porque a Hascalana le daba un poco de miedo la habitación a oscuras.
Después de unos cuarenta minutos, aproximadamente, hubo un apagón y ,obviamente, la televisión se apagó. Ellos se despertaron porque la gente que estaba en la fiesta, empezó a pifiar. Pero después, la música volvió a sonar e impidió la conciliación del sueño de los chicos Quilefán.
Al día siguiente, ellos despertaron algo perturbados porque seguía la bulla. Rato después, ellos decidieron no tomar desayuno y hacerla larga en el hotel hasta las once de la mañana. Después de haber tomado esta decisión, ellos se acicalaron y se hidrataron. Tomaron como una buena alternativa, ver televisión. Vieron canales musicales, como de costumbre. En HTV, estaban dando el video de Carlos Baute y Martha Sánchez titulado Colgando en tus manos. Asimismo, vieron un especial de Nelly Furtado y el detrás de cámaras del video titulado Manos al aire. Afortunadamente, el tiempo pasó rápido, partieron del hotel y se dirigieron con cierta lentitud al restaurante para almorzar. Además de haberles servido poca comida, manducaron de manera rauda. Se quedaron con hambre.
Luego fueron a la plaza de armas, estuvieron sentados una media hora. Hascalana sacó su cámara y se puso a tomar fotos y a filmar un poco.
Instantes después, fueron al río Tumbes para conocer.
Flocorlato vio la hora y se dio cuenta de que ya quedaba una media hora para que el bus partiera. Sin embargo, los chicos seguían con hambre. Querían comer un sánguche o algo liviano que no llenara mas no encontraron nada parecido.
Por esta razón, Hascalana decidió comer algo muy pequeño, algo insignificante. Compraron un helado para cada uno. Mientras comían, Flocorlato le hacía preguntas, algo difíciles, a Hascalana como por ejemplo: prefieres bailar salsa en frente de todos los familiares o cantar alguna canción romántica??
Después de tanto haraganear, se dirigieron a una tienda para comprar algunos snacks, bebidas hidratantes y gaseosas.
No caminaron mucho para llegar a la agencia. Llegaron con cierta anticipación y aprovecharon para ir al baño y descansar un poco.
Minutos después, subieron al bus que los llevaría a la ciudad de Lima.


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