lunes, 1 de marzo de 2010

Despidiéndonos de Ecuador

Cuando Hascalana y Flocorlato llegaron al terrapuerto, tuvieron una mezcla de sentimientos indescriptibles. Sintieron un poco de pena, porque la adrenalina ya había culminado en ese momento y un poco de satisfacción, ya que por fin se retiraban de una tierra que era ajena para ellos. Caminaron dentro del terrapuerto, rápidamente, tratando de encontrar el lugar en donde se encontraban todas las agencias, en especial Cifa; pero luego se enteraron de que los pasajes se compraban al mismo tiempo que saliera el autobús.
En el momento que ellos llegaron al food court, no encontraron asiento; pero en cuestión de segundos, Flocorlato encontró una mesa vacía. Ellos se dirigieron hacia ella y Flocorlato partió hacia Todo Típico para hacer su pedido. Mientras Hascalana se quedó sentada cuidando su mesa, pudo observar que las razas de las personas presentes en el terrapuerto eran muy similares a las del Perú, especialmente a la gente linda del norte.
Una vez que Flocorlato llegó a la mesa con sus dos bandejas, los hermanos Quilefán empezaron a comer sus platillos ecuatorianos que más parecían peruanos.
Luego ellos se dirigieron a la zona de las agencias para comprar su boleto con destino a la ciudad de Tumbes. Cuando ellos encontraron la agencia Cifa, compraron su pasaje en cuestión de segundos y se dirigieron con celeridad al segundo piso del terrapuerto, para poder hacer su pequeña cola que los permita entrar al bus, con el fin de salir de aquel país.
Ellos hicieron una cola muy pequeña y rápidamente lograron entrar al bus. Felizmente había dos asientos juntos. Cuando se sentaron, acomodaron sus cosas: agua, snacks, boletos, libros, cámara, entre otros. Los hermanos Quilefán esperaron sentados unos minutos y luego el autobús partió.

CONTINUARÁ....................................

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