sábado, 13 de marzo de 2010

Un camino zigzagueante

Cuando empezó el viaje, el pequeño bus , que más parecía micro, se encontraba lleno mayoritariamente de personas naturales de aquel lugar.
Luego el carro, se puso más lento por algunos roquedales que estaban presentes en aquella carretera. Hascalana se encontraba muy cansada y durante el viaje se preguntaba: qué estará pasando en Lima en estos momentos? cómo se encontrará la avenida Javier Prado?
Inesperadamente, el bus paró en el distrito de Huanchay y los pasajeros empezaron a bajar para ir a los servicios higiénicos, para comprar alguna bebida o para almorzar raudamente.
Rato después, el bus continuó su recorrido pero esta vez empezó a zigzaguear.
El zigzag permitía ver panorámicamente la provincia de Ocros y algunos de sus distritos.
Finalizado este zigzag, Hascalana sacó algunos snacks y un Sublime para no desmayarse.
Luego el bus dejó de serpentear y avanzó rectamente. Esto significaba que ya faltaba poco para llegar a Barranca. Ordenxa le hablaba a Hascalana para que se entretuviera un poco y para que se olvidara de la tensión viajera.
Cuando menos lo imaginaron, llegaron a Barranca. Bajaron con celeridad del bus y compraron botellas de agua mineral para mandárselas a Tishpha.
Caminaron algunas cuadras para encontrar el lugar en donde se encontraba la agencia de buses llamada Turismo Barranca.
Minutos después, encontraron un bus, lo pararon y subieron con un ánimo silencioso en sus ojos.

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