martes, 2 de marzo de 2010

Retornando a nuestro país

Minutos después de que el autobús pasó por el río Guayas, se subió un ambulante ecuatoriano al carro. Esta situación incomodó a los hermanos Quilefán, ya que aquel personaje hacía participar al público y se dirigía hacia él hablando cosas propias del país, como por ejemplo dijo lo siguiente: A usted qué le regala Correa? Rato después, este personaje comenzó a hacer concursos con los pasajeros. En el bus, había gente ecuatoriana que traía vestimentas similares como las del Perú. Por ejemplo una vieja estaba vestida con polleras.
El carro siguió avanzando, Hascalana durmió aproximadamente unas dos horitas y Flocorlato también. Luego se dieron cuenta que ya eran las cinco de la tarde y se alegraron un poco, ya que había pasado tres horas de viaje. Los jóvenes empezaron a sacar sus snacks para poder alimentarse falsamente y bebieron un poco de agua mineral.
Estuvieron preocupados porque parecía que dos familias más y ellos eran los únicos peruanos en el autobús. Se angustiaron porque pensaron que el bus no pararía en las migraciones de Ecuador, para poder devolver esa ficha que permitía entrar al país y que se debía de volver a entregar para confirmar que uno ya salió del país. Pero afortunadamente, el bus paró en las migraciones de Ecuador e hicieron su trámite rápidamente. Ordenxa, madre de Hascalana y Flocorlato, llamó al celular de su hija para saber en dónde estaban sus inquietos hijos. Hascalana le informó y pareció que Ordenxa se alarmó porque se preocupó de que llegaran tan tarde a otra ciudad pero su hija trató de apaciguarla un poco.
Los chicos tuvieron que esperar otro bus porque el otro carro se fue.
Subieron al siguiente bus y fueron testigos de que una familia peruana pero no limeña hablaba sobre su parecer acerca de la ciudad de Guayaquil. Después de media hora, más o menos, llegaron a Aguas Verdes. Se sintieron más tranquilos porque pudieron observar aquel letrero que daba la bienvenida al Perú. Minutos posteriores tuvieron que bajar en las aduanas del Perú para hacer el mismo trámite del DNI y de la ficha de datos personales. Mientras hacían su pequeña cola, los hijos traviesos de Ordenxa, escucharon la canción Niña Bonita de Chino y Nacho. Cuando escucharon aquella canción, se sintieron más peruanos que nunca, ya que aquella melodía está muy de moda en el Perú.
Los hermanos Quilefán subieron de nuevo al bus más tranquilos, porque la angustía de los papelitos y de las migraciones ya había finiquitado. Solo quedaba la interrogante de a qué lugar ir una vez que uno llegue a Tumbes?? Pero solo era una leve inquietud, ya que los chicos se encontraban en su patria.

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